Bci y Bancos Viran a Activos Verdes: Impacto en Hipotecas y UF

Los bancos están recolocando su capital y su imagen hacia activos «verdes. Para el inversor inmobiliario o el comprador de vivienda, este giro no es una moda, es una señal de mercado que anticipa cambios en el valor de los activos reales y en las condiciones de financiamiento.

La participación de Bci en el Festival Ladera Sur a fines de noviembre no fue un acto de filantropía. Fue una operación de posicionamiento estratégico en un mercado que está virando hacia criterios de sostenibilidad con fuerza regulatoria y de demanda. Para quienes miramos el valor de la UF y el comportamiento de las tasas hipotecarias, estos movimientos corporativos son un indicador adelantado. Cuando un banco de la talla de Bci despliega recursos en un nicho, está calibrando sus futuras líneas de crédito y redefiniendo qué tipos de proyectos"”y propiedades"”considerará como activos de menor riesgo.

• El Dato: El evento ocurrió con la UF estabilizada en $39.643, un piso clave para las proyecciones de dividendos hipotecarios y valorización de carteras, mientras el dólar observado rozaba los $928, presionando costos de materiales de construcción.
• Por qué importa: La banca está internalizando que la «transición ecológica será un motor de revalorización. Una vivienda o proyecto con certificaciones de eficiencia no solo tendrá una demanda más resiliente, sino que probablemente acceda a créditos con mejores condiciones. Esto impacta directamente el cálculo de retorno sobre la inversión.
• Lo que viene: Esperen una segmentación más agresiva del mercado crediticio. Los productos «verdes dejarán de ser un folleto para convertirse en la puerta de entrada a tasas preferenciales, especialmente para desarrollos inmobiliarios nuevos que busquen capturar a un comprador cada vez más informado y consciente del costo de la energía.

La UF se pinta de verde: más allá del marketing, una reasignación de capital

El mensaje de Bci, a través de su gerente de Sostenibilidad, Paola Alvano, sobre «crear valor de manera sostenible debe traducirse al lenguaje del inversor: significa reorientar el flujo de capital hacia activos que soporten mejor las futuras regulaciones ambientales y las preferencias del comprador. En un escenario donde la inflación ha mostrado cierta contención"”recordemos el 0% de variación del IPC en ese período"”, los bancos y los grandes inversores buscan nuevas fuentes de rentabilidad y diferenciación. La sostenibilidad se está monetizando, y el sector inmobiliario es uno de los principales campos de batalla.

No se trata solo de paneles solares. Se trata de riesgo crediticio. Un edificio con altos estándares de eficiencia energética tiene costos operativos predecibles, lo que reduce la probabilidad de impago de los gastos comunes y mantiene el valor de la propiedad en el tiempo. Para el banco, financiar ese proyecto es menos riesgoso a largo plazo. Para ti, como comprador, significa que tu departamento en Providencia o Las Condes resistirá mejor las crisis y tendrá una prima en el mercado de reventa. La UF, como unidad de cuenta estable, es el vehículo perfecto para financiar estos proyectos de largo aliento, blindándolos de la volatilidad del peso.

"El 'verde' en las finanzas ya no es una etiqueta, es un balance sheet. Los activos inmobiliarios que no se adapten quedarán en el lado de los pasivos, sufriendo una depreciación silenciosa pero implacable frente a los ojos del mercado."

Su próxima hipoteca podría depender de la etiqueta de eficiencia de la propiedad

El enfoque en Pymes y emprendedores que mostró Bci es la punta de lanza. La lógica escalará. Primero son líneas de crédito para negocios con modelos «circulares; luego serán créditos hipotecarios cuyas tasas varíen según la calificación energética de la vivienda. Este no es un futuro lejano. El Banco Central y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) tienen la sostenibilidad en su radar de riesgos sistémicos. Cuando la regulación formalice este enfoque, las propiedades que hoy se compran sin considerar estos factores sufrirán una especie de «castigo de mercado: serán más difíciles y caras de financiar.

Miremos el valor del dólar de ese período, rozando los $930. Los materiales de construcción importados encarecen cualquier proyecto. La eficiencia, entonces, se vuelve también un mecanismo de defensa contra la inflación importada. Una casa bien aislada gasta menos en calefacción, un gasto que en el sur de Chile se mide en UF mensuales. El ahorro operativo se traduce directamente en mayor capacidad de pago de la familia, un dato que cualquier modelo de scoring crediticio comenzará a ponderar. La pregunta para quien evalúa comprar hoy no es si puede pagar la propiedad, sino si la propiedad que compra le permitirá pagar menos a los bancos en el futuro. La respuesta está en su certificación verde, no en el color del departamento.