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La sombra de los mil pesos se alarga sobre 2025, pero el verdadero fantasma es la sincronía global de endurecimiento monetario. Mientras el dólar opera en $936, Wall Street y Fráncfort dictan una partitura compleja que el Banco Central de Chile debe seguir con precisión quirúrgica.
La coreografía financiera para el próximo año ya no se diseña exclusivamente en la Torre Entel. Los hilos que mueven al dólar en Santiago se tejen en la Junta de la Reserva Federal, en las salas de reuniones del BCE y en los vaivenes de la demanda china por commodities. Analizar el tipo de cambio para 2025 exige una lente global: es la intersección entre la inflación local remanente y un panorama de tasas internacionales que se resisten a caer.
- El Dato: El Informe de Política Monetaria del Banco Central proyecta una tendencia alcista para el dólar, superando la barrera psicológica de los $1.000, en un escenario de inflación del 4.7% a inicios de 2025 y un crecimiento del PIB moderado.
- Por qué importa: Un dólar estructuralmente más alto redefine los costos de toda la cadena importadora, presiona el IPC de bienes transables y erosiona el poder adquisitivo en un entorno de salarios reales aún en recuperación. Es un impuesto silencioso a la economía chilena.
- Lo que viene: La volatilidad será la constante. Los mercados prueban la determinación del BCCh para mantener una política restrictiva mientras evalúan cada dato de empleo en EE.UU. y cada estímulo fiscal en Beijing. La paridad USD/CLP se ha convertido en un activo de riesgo emergente.
La Presión Exógena: Cuando la Fed y el Cobre Escriben el Guion Local
El consenso en Wall Street está virando hacia un horizonte de tipos de interés estadounidenses «higher for longer. Esta simple frase, repetida en los corredores de bancos de inversión, es un viento en contra brutal para las monedas emergentes como el peso chileno. El diferencial de tasas se estrecha, y el flujo de capital busca refugio en el dólar, un fenómeno que trasciende los fundamentos locales.
A esto se suma la incógnita china. El gigante asiático, principal consumidor mundial de cobre, enfrenta una desaceleración en su sector inmobiliario. Una demanda de metales industrialmente más débil no solo impacta los ingresos fiscales chilenos vía impuesto específico a la minería, sino que también reduce un flujo de dólares clave para equilibrar la cuenta corriente. El precio del commodity deja de ser un escudo y se transforma en una variable de incertidumbre adicional.
"El mercado ya no pregunta si el dólar llegará a mil pesos, sino cuánto tiempo se mantendrá sobre ese nivel. La clave está en la velocidad de convergencia de nuestra inflación hacia el 3% frente a la terquedad de la inflación de servicios en Estados Unidos", análisis de mercados para ValorDolar.cl.
La Respuesta Local: El Delicado Equilibrio del Banco Central entre Crecimiento y Estabilidad
Frente a este panorama, el Banco Central de Chile navega aguas peligrosas. Su hoja de ruta, la Tasa de Política Monetaria, es su único timón. Mantenerla en territorio restrictivo es esencial para anclar expectativas y atraer inversión de portafolio, pero cada punto base de más estrangula el crédito y frena un crecimiento económico ya modesto, proyectado entre 1.75% y 2.75%.
La proyección de una inflación del 3.5% para 2025, desde el 5% estimado para fines de 2024, es el faro que guía la política. Sin embargo, es una meta frágil. La indexación de contratos, las presiones de salarios y, sobre todo, el tipo de cambio, pueden descarrilar la trayectoria. El BCCh no lucha solo contra el IPC local, sino contra un tsunami de liquidez global que busca el dólar como activo refugio. La pregunta para los inversores institucionales es clara: ¿tendrá el instituto emisor la fortaleza para mantener el curso, incluso si eso significa un crecimiento a tasas menores que el potencial, mientras el mundo desarrollado mantiene sus tasas altas? La credibilidad de los próximos Informes de Política Monetaria se cotizará, en tiempo real, en cada fluctuación del par USD/CLP.