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El dólar se desploma a $936, pero esta no es una simple corrección: es la primera señal de una transformación mucho más profunda en los mercados globales y el rol de Chile en la nueva economía digital. La convergencia entre el súper-ciclo del cobre, las políticas monetarias y la disrupción Fintech está reescribiendo las reglas del juego.
El panorama cambiario en Chile ya no se lee con los mismos lentes de antaño. Hoy, a 28 de abril de 2025, el tipo de cambio nos habla de narrativas más complejas que la simple oferta y demanda de billetes verdes. Un dólar estadounidense comprando $936 pesos, un euro en $1.060 y una UF consolidada en $39.062 no son cifras aisladas. Son el reflejo vivo de un planeta financiero en plena convulsión, donde los flujos de capital digital y las materias primas de la transición energética dictan la nueva partitura.
- El Dato: El par USD/CLP ha cedido casi $30, tocando un piso psicológico en $936, mientras el "oro rojo" sostiene una tendencia alcista estructural.
- Por qué importa: Un peso fuerte frena la inflación importada en el corto plazo, pero pone presión competitiva a sectores exportadores tradicionales. Es un arma de doble filo que el Banco Central debe manejar con cirugía láser.
- Lo que viene: La batalla entre la fortaleza cíclica del cobre y el eventual giro restrictivo de la Fed definirá el rango. Esperamos una banda de alta volatilidad entre $920 y $980 antes de un nuevo impulso direccional.
Más Allá del Cobre: Chile en el Radar de los Capitales de la Era Digital
La narrativa clásica asigna el rol de salvavidas cambiario únicamente al precio del cobre. Esa visión es limitada. Sí, el metal es nuestro colchón histórico, pero los inversores institucionales globales ahora evalúan a Chile con una matriz multidimensional. La estabilidad política relativa, los avances en la adopción de tecnologías financieras y el potencial para ser un hub de energía verde son "commodities" intangibles que ya cotizan en el mercado.
La intervención del Banco Central, vendiendo reservas, fue un movimiento táctico acertado. Sin embargo, la estrategia de largo plazo debe contemplar cómo posicionamos el peso chileno en un mundo donde las CBDCs (Monedas Digitales de Banco Central) y los activos tokenizados ganan terreno. La pregunta no es si el dólar seguirá débil, sino qué forma de "dólar" dominará: el físico, el digital de la Fed o sus rivales descentralizados.
"La próxima gran apreciación del CLP no vendrá solo de una tonelada más de cobre, sino de que Santiago se consolide como la capital fintech de Latam. El capital vuela hacia la innovación, y el tipo de cambio es su termómetro."
2025: El Año en que las Narrativas Chocan
Las proyecciones tibias que hablan de un dólar entre $900 y $950 para fines de 2025 carecen de ambición analítica. Operamos en un entorno de paradigmas rotos. Por un lado, la transición energética global, con China a la cabeza, sostiene una demanda estructural por cobre que supera con creces los ciclos cortos. Esto inyecta un flujo constante de dólares "verdes" a nuestra economía.
Por el otro, el ecosistema financiero local está despertando. Desde pagos cross-border con stablecoins hasta la tokenización de activos mineros, la tecnología está reduciendo la fricción y atrayendo capital de riesgo que antes ignoraba la región. Esta digitalización de la economía actúa como un imán para inversión extranjera directa de un nuevo tipo, menos especulativa y más arraigada en el desarrollo de infraestructura digital.
El verdadero soporte para el peso chileno ya no es monolítico. Es una red compuesta por el cobre físico, la adopción tecnológica y una gestión macroeconómica creíble. Mientras la Fed siga su ciclo, la volatilidad será moneda corriente. Pero la tendencia de fondo apunta a una moneda local que, gradualmente, gana musculatura frente a un dólar que debe reinventarse o perder hegemonía. ¿Está Chile preparado para ser actor protagónico en esta nueva película, o seguirá siendo solo un exportador de materias primas en un mundo que valora cada vez más los bits sobre los átomos?